CASO CHEVRON _TEXACO

sábado, 9 de noviembre de 2013

Durante 26 años, entre 1964 y 1990, la petrolera estadounidense Texaco explotó el crudo de la Amazonía ecuatoriana, en lo que hoy son las provincias de Sucumbíos y Orellana. Tras su salida del país, la empresa dejó en aquella zona pasivos ambientales a los que peritos internacionales atribuyen la muerte de 1.041 ciudadanos, todos afectados de cáncer.
Ahora Chevron-Texaco pretende desconocer el fallo que en su contra dictó la corte de Sucumbíos, que la obliga a pagar 19.000 millones de dólares. Para ello, han implementado una campaña de desprestigio de más de 400 millones de dólares, cuyas mentiras han amplificado medios nacionales e internacionales.
Chevron forjó incluso un documental plagado de mentiras, en el que distorsionan las declaraciones de los afectados para hacerles decir que ellos no sabían que firmaron una demanda contra la petrolera. Usan a María Aguinda, una de las demandantes, y trucan la traducción de sus palabras.
En ese video, la empresa estadounidense no oculta haber espiado a los abogados, e intervenido sus comunicaciones, correos electrónicos, documentos y videocintas. Sin embargo, ninguno de los implicados ecuatorianos en el caso entregó documentos a Chevron. Pero el fraude de Chevron no se queda ahí y empezó hace muchos años, cuando la empresa fingió una remediación ambiental, maquillando la selva. En los 336 pozos que explotó la petrolera hay 880 piscinas sin protección que receptan los residuos. Pese a que han pasado casi 20 años después de que iniciara el juicio basta hurgar muy poco en la tierra para encontrar restos de petróleo.
Fruto de la irresponsabilidad de Texaco desaparecieron dos pueblos ancestrales: Tetetes y Sansahuari. La contaminación fruto de la explotación de 300 pozos, en cinco mil kilómetros cuadrados, fue arrojada sin piedad sobre ríos y suelos. Chevron lanzó a los ríos un total de 18 mil millones de galones de desechos tóxicos.
La contaminación de las aguas ha obligado a las comunidades a organizarse y crear un sistema de recolección de agua de lluvia. Esta tampoco se puede ingerir directamente puesta está plagada de partículas tóxicas fruto de la quema indiscriminada de gas.
El Frente para la Defensa de la Amazonía (FEDAM), que aglutina a los 30.000 afectados demandantes, quería un juicio en Estados Unidos, país de origen de la petrolera; pero, convencida de que podía sobornar a los jueces ecuatorianos, Chevron logró ser juzgada en Ecuador.

Chevron ha intentado desviar la atención para eludir su responsabilidad. Ha puesto en la mira temas como quién es el juez, cómo se lleva el juicio, dilata el proceso poniendo 20 cajas de documentos semanalmente en el juzgado que lleva su causa. 

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